En un momento en el que el acceso a la vivienda se ha convertido en la principal preocupación de los españoles —según datos del CIS, el 34,1 % de la población lo considera el problema más importante del país—, muchos se preguntan qué tipo de inversión inmobiliaria tiene más sentido hoy: obra nueva o segunda mano.
En esta nueva tertulia 10 de Inversiva, los expertos analizan la situación del mercado y desgranan las ventajas, inconvenientes y oportunidades que ofrece cada tipo de activo.
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El auge de la preocupación por la vivienda
Desde octubre de 2024 hasta febrero de 2025, la preocupación por el acceso a la vivienda ha escalado de forma vertiginosa, pasando del 22,7 % al 34,1 %. ¿Qué hay detrás de este salto?
- Déficit estructural de oferta: en España faltan entre 150.000 y 200.000 viviendas anualmente.
- Subida de precios constante, especialmente en zonas tensionadas.
- Envejecimiento del parque inmobiliario, que complica aún más el acceso a vivienda eficiente.
Este contexto ha reactivado el interés por la inversión en obra nueva, una opción que hasta hace poco estaba reservada a grandes fondos mediante fórmulas como el Build to Rent, pero que hoy comienza a estar al alcance del inversor minorista.
¿Por qué invertir en obra nueva?
Los tertulianos repasan 7 ventajas clave de invertir en obra nueva frente a la vivienda de segunda mano:
- Activo nuevo, sin sorpresas: ofrece mayor tranquilidad, menor mantenimiento y garantía estructural de 10 años.
- Alta eficiencia energética: cumplimiento de normativas, ahorro en suministros y bonificaciones hipotecarias por calificación energética.
- Mejor perfil de inquilino: mayor poder de selección y menor morosidad.
- Mayor revalorización a largo plazo: las plusvalías en obra nueva tienden a ser más elevadas por percepción de calidad.
- Facilidades de pago: permite comprar con menos capital inicial mediante pagos mensuales durante la construcción.
- Hipotecas más atractivas: los bancos valoran mejor las promociones nuevas, a menudo con financiación de hasta el 90 %.
- Mayor demanda futura: por modernidad, diseño, confort y eficiencia.
Además, el inversor puede acceder a la personalización del inmueble y fijar el precio en un entorno aún por definir, lo que puede traducirse en rentabilidades más elevadas al momento de entrega.

¿Y las desventajas?
No todo son ventajas. Invertir en obra nueva también implica asumir ciertos riesgos o limitaciones:
- Plazos largos: entre 24 y 36 meses hasta recibir el inmueble.
- Retrasos o imprevistos: pueden surgir problemas con promotoras o constructoras.
- Menor rentabilidad inmediata: el dinero tarda más en empezar a generar ingresos.
- Rentabilidad neta más ajustada: al tratarse de productos premium, la rentabilidad por alquiler puede ser menor a corto plazo.
- Menor control del proceso: compras sobre plano, sin ver el resultado final hasta la entrega.
¿Para qué perfil es interesante?
Este tipo de inversión puede ser ideal para:
- Jóvenes inversores con ahorros limitados: que prefieren pagos fraccionados sin necesidad de hipoteca inmediata.
- Inversores a largo plazo: que priorizan la plusvalía futura por encima de la rentabilidad inicial.
- Expatriados o españoles viviendo en el extranjero: con capacidad de ahorro y dificultades para acceder a hipotecas en España por su situación laboral.
- Inversores conservadores: que buscan activos seguros, eficientes y sin complicaciones.
El futuro: inmigración, envejecimiento y presión sobre el alquiler
Según el INE, España pasará de 48 a 55 millones de habitantes en los próximos 50 años, impulsada por la inmigración. Esta nueva población —mayoritariamente joven y sin vivienda en propiedad— mantendrá fuerte presión sobre el mercado del alquiler, especialmente en capitales y áreas metropolitanas.
Todo apunta a que la demanda de obra nueva va a mantenerse alta durante los próximos años, con precios al alza y oferta limitada, lo que refuerza el atractivo de esta modalidad.
Invertir en obra nueva no es para todos los perfiles, pero en el contexto actual se posiciona como una alternativa segura, estratégica y con gran potencial a largo plazo, especialmente para quienes busquen diversificar o preparar su futuro financiero.
Mientras el acceso a la vivienda sigue siendo el gran reto del país, quien sepa anticiparse con inteligencia y planificación podrá convertirlo en su mayor oportunidad de inversión.
En el vídeo completo de la tertulia podrás ampliar más información de la mano de nuestro equipo.